Si bien en la actualidad hay distintos modelos pedagógicos y de acuerdo a estos, y al nivel educativo en que se desempeñan, los docentes desarrollan sus asignaturas en torno a ciclos didácticos pertinentes al contexto, algunos con mayor conocimiento de la didáctica por su formación docente que otros profesionales. Sin embargo, aunque desde hace ya años se habla de la educación virtual, como espacio de fomento y acceso a la educación, al día de hoy son pocos los docentes que se embarcan en dichos espacios de interacción dado que por sus características etarias son quienes más precariedad presentan ante la brecha tecnológica, hablando en el margen del hacer y no de acceso.
Al día de hoy la virtualidad, más que una realidad es una necesidad, por causa de una pandemia global que obligó al desprendimiento total del contacto social y por ende al abandono de las clases presenciales. Alumnos de todas las edades y de todas las áreas del conocimiento se vieron obligados a acudir a la virtualidad como única alternativa de continuar con su formación académica, técnica, y de ocio. Ante esto, la docencia, el docente, se vio obligado de igual manera a navegar los espacios de virtualidad y hacerle el quite a sus propias dificultades tecnológicas, con las uñas como se dice, para dar continuidad a los distintos ciclos formativos en que se desempeñaba.
A este momento la solución de muchos fue migrar su aula de clase a las denominadas aulas virtuales que distintas plataformas ofrecían en las que se interactúa con video, audio y pizarras digitales; una migración literal, de una hora magistral en el aula a una hora magistral en zoom sin comprender el potencial de la virtualidad y las diferencias técnicas, temporales, conceptuales y procedimentales de la educación virtual y de las actuales plataformas tecnológicas.
En menor número, pero no por ello menos importante, docentes se embarcaron en la experimentación de la virtualidad permitiendo la dinamización del espacio académico, con falencias, pero con el potencial de lo que en la tecnología se denomina como el cacharreo, Cabra, N. A. (2016), le abrieron la puerta a aprender haciendo en conjunto con sus estudiantes y comprendieron que la importancia está en el contenido, cuando hablamos de virtualidad o del mundo digital, más que en el discurso, llevando esos conocimientos a piezas digitales en distintos formatos, creando y construyendo nuevos Objetos Virtuales De Aprendizaje OVAs. Docentes Creadores de Contenidos Digitales académicos.
Pero, ¿Qué es la creación de contenidos?
Si bien hablar de Creación de Contenidos nos acerca al mundo del marketing digital, nos acercamos para conceptualizar el ejercicio que muchos de los que tenemos algún tipo de presencia digital[1] desarrollamos al estar constantemente produciendo contenidos para compartir con alguien, algún usuario de la web, significa producir textos, artículos, imágenes, videos, audios o cualquier combinación de formato, que ofrecen información o entretenimiento, y cumplen objetivos particulares de atracción de tráfico web y clientes potenciales.
[1] En una manera sencilla de decirlo, es la existencia de tu marca en todo lo vasto del internet. A partir de una foto o descripción del producto o servicio que ofreces, hasta llegar a las redes sociales en donde tus clientes podrán opinar o consultar cualquier duda.
A este punto, muchos se preguntarán ¿marketing en la docencia? Si. Pero ese es material de otro artículo. Aquí aparece la dinamización del saber usando las herramientas digitales. Aparecen las preguntas pedagógicas y la didáctica para desarrollar esos contenidos en ambientes distintos al aula de clase y el marketing nos puede aportar muchas buenas ideas para ello debido a que el marketing como la pedagogía se pregunta por el ¿cómo llegar? al usuario o cliente o el educando en la docencia. Un ejercicio particular es el Marketing de Contenidos cuando se crea un contenido y se publica en un sitio web o en redes sociales, éste puede ser hallado por personas que están buscando información relacionada. Para asegurar la visibilidad de sus contenidos, las empresas utilizan los principios del SEO, es decir, optimización para motores de búsqueda, entre otros.
Aquí aparece el docente en el ejercicio de crear contenidos digitales de calidad, contenidos académico y que sean capaces de atraer a alumnos que por las distintas dinámicas pudieren estar más interesados en otras actividades de la web en lugar de nuestras clases. La multidisciplinariedad se vuelve imprescindible, bien sea aprendiendo de diversas áreas o trabajando en equipo.
Algunos elementos a tener en cuenta
Redacción: como profesionales, los docentes deberíamos redactar bien, si embargo comprender elementos de la redacción persuasiva nos permite entender cómo hacer que el contenido desarrollado exprese de la mejor manera el objeto o idea.
Diseño y edición: los dispositivos nos han permitido ir aprendiendo de muchas cosas, en la mano tenemos una cámara de video y fotografía, una grabadora de audio e infinidad de aplicaciones que nos permiten modificar esas tomas. Ya no necesitamos de fotógrafos o videografos para todo, sino que lo podemos hacer. Conceptualizar un poco alrededor de estos temas nos permiten la creación de contenidos con características distintas a las de un “humano común y corriente”, nuestros alumnos ya están ahí, para ¿cuándo nosotros los docentes?
Con estas herramientas llevamos nuestro contenido a formatos de imagen: presentaciones, infografías, gráficas y videos. Asimismo, conceptos que nos permiten crear y editar los contenidos audiovisuales, como las fotografías, los videos o los podcasts.
Finalmente, la concepción del Community managers nos permite encargado de determinar y llevar a cabo las estrategias de difusión del contenido en redes sociales.